Tradición gallega con vocación moderna.
12 Feligreses — Un legado de pasión y tradición en cada botella
Desde 1975, un sueño cumplido que nace del coraje de un abuelo, la tierra de Rías Baixas y la música del vino blanco.
Nuestra Historia
Una promesa sembrada en el tiempo
Después de la Guerra Civil Española y ante la falta de oportunidades, mi abuelo, Manuel Nande, emigró a Lisboa en busca de un futuro mejor. Antes de partir, le prometió a mi abuela que regresaría con el dinero suficiente para plantar el viñedo con el que tantas veces habían soñado.
El regreso, 36 inviernos después
En 1975, cumplió su promesa. Regresó al pueblo tras 36 años. Los tiempos habían cambiado, sus hijos ya eran padres y la vida tenía otro ritmo. Pero él no había olvidado su sueño.
Sin maquinaria ni ayuda cercana, decidió contratar jornaleros. Y entonces llegó la gran decisión: ¿qué variedades plantar?
El consejo de un sabio amigo
Don César, viticultor de toda la vida, le dio una respuesta clara: albariño, treixadura y loureira.
En una época en que casi todos cultivaban uva de jerez, esta decisión marcaría el futuro del viñedo.
Mi abuelo no lo sabía entonces, pero estaba comenzando a cultivar dentro de lo que más tarde se convertiría en la Denominación de Origen Rías Baixas.
«Esto ya no es para nosotros, será para nuestros nietos», solía decir.
El vino es como la música
Recuerdo sus palabras durante las comidas familiares. Siempre decía:
«El vino es como la música, hay muchos grandes éxitos, pero siempre aparece una nueva estrella.»
Así nació 12 Feligreses
Una historia de migración, esfuerzo, raíces y legado.
Un vino que hoy lleva con orgullo el nombre de 12 Feligreses, y pertenece a la Denominación de Origen Rías Baixas.
